Muchos padres viven preocupados por el interés, e incluso la dependencia, que tienen sus hijos respecto a pantallas de todo tipo: televisión, ordenador, internet y videoconsolas forman parte de la vida de los más pequeños y, a veces, sus padres y maestros no lo acaban de entender. Nos enfrentamos a la realidad de los nativos digitales, chicos y chicas que han crecido en un entorno tecnológico, que forma parte de sus vidas. Una realidad que influye notablemente en la manera cómo se enfrentan a la escuela y el aprendizaje y que obliga a los adultos a cambiar su mentalidad. Felipe García, Javier Portillo, Jesús Romo y Manuel Benito lo explican muy bien en su trabajo Nativos digitales y modelos de aprendizaje.
Pero ¿cómo distinguir la necesidad del exceso? ¿Cómo evitar que las pantallas pasen de ser algo útil a algo deseable? Junto con el nativo digital, ha crecido también el concepto de adicción. El pasado mes de may0 el psicólogo Aric Sigman dió la voz de alarma en la conferencia anual del Royal College of Paediatrics and Child Health : muchos niños son adictos a la tecnología, lo cual tiene una incidencia importante en el sedentarismo y el aumento de la obesidad infantil, entre otras patologías. Según Sigman, la tecnología debe ser una herramienta y llama la atención sobre lo que él llama paternidad pasiva: el uso de las pantallas como niñeras. Qué recomienda:
– Evitar las pantallas en niños menores de 3 años
– Limitación a un máximo de una hora y media diaria hasta los 7 años
– No pasar de las dos horas diarias a partir de los 7 años
Pero, aunque podamos evitar la adicción, será necesario que sepan utilizar esta herramienta impresdincible que tienen a su disposición. Y es que los videojuegos provocan determinados efectos sobre el cerebro de nuestros hijos. Algunos son beneficioses, otros no tanto. La revista Nature ha hecho un estudio entre diferentes especialistas, que muestran sus opiniones sobre estos efectos.
Desde este blog y desde nuestros perfiles en Twitter y en Facebook recogemos muchas opiniones sobre las necesidades y las realidades tecnológicas en el ámbito de la educación. Los chicos están cambiando. Habrá que encontrar la manera de enfrentarnos a su futuro con sus propias herramientas.