Desde la irrupción de los ordenadores en casi todos los ámbitos de nuestras vidas, el concepto de ergonomía ha adquirido una importancia creciente. La pantalla nos invita a permanecer durante mucho tiempo en una postura demasiado estática, y eso llega a suponer un problema para la salud. Los adultos lo notamos antes, pero también los jóvenes empiezan a acusar los inconvenientes de pasar muchas horas en la mesa de trabajo: estudiando, haciendo los deberes, y también en sus ratos de ocio, con el ordenador como protagonista. La ergonomía es la disciplina que estudia el diseño de lugares de trabajo, pero sus conclusiones también pueden (y deben) adaptarse al espacio donde estudian chicos y chicas de todas las edades.
Por eso hoy os proponemos algunos trucos para estudiar con comodidad.
Ante el ordenador:
- Alinear la espalda con la cabeza. Mantener una postura recta: los hombros encima de las caderas, y las piernas y los brazos en un ángulo de 90 grados. Además, no es conveniente cruzar las piernas
- Elegir una buena silla, que permita la regulación de la altura y la inclinación, y que posibilite una postura relajada.
- Mantener la pantalla a la altura de los ojos: ni más alta ni más baja. Nos ayudará a mantener la postura ideal.
En el espacio de trabajo:
- Levantarse y descansar unos 10 minutos cada 2 horas. Es más recomendable hacer pausas cortas y frecuentes, porque impiden que el cansancio se acumule. Si no es posible, por lo menos cambiar de postura a menudo.
- Mantener una buena iluminación: sin deslumbramientos, reflejos ni sombras. Lo mejor es una luz general, complementada con una luz local, encima de la mesa.
- Hay que encontrar el lugar y el ambiente adecuados a cada persona, pero mantener siempre ese mismo lugar.
- Buscar también las horas más adecuadas al ritmo de cada uno, sin descuidar la alimentación y un buen descanso.